viernes, 4 de junio de 2010

Cualquier día en el Mekong.



Hay un pez-gato enorme debajo de la casa.
La casa sobre el agua, flotando, casi líquida.

Los niños van descalzos.
Se acercan las canoas.

Ellos lanzan sus redes.
El Mekong les aguarda.

Ella hierve el arroz, limpia el pescado.

El tiempo se detiene.
Nos dejamos vencer por este sueño, el agua nos acuna.


La foto es de Amaya García.

6 comentarios:

tormenta dijo...

muy sugerente...me gusta.

rut dijo...

wow. vaya cambio de estilo envolvente. wow. me recuerdas un poco a eme. y eso siempre es para que a uno le encante algo.

d.

Rebeca dijo...

Caramba... se agradece.

Y hoy mucho más.

Rebeca dijo...

Tremendo viaje se han pegado unos amigos por Vietnam y Camboya. Estoy impresionada con lo que nos cuentan, con sus fotos...

. dijo...

Es otra manera de ver las cosas... Asia, en su esencia de aires y silencios contenidos.

:)

Rebeca dijo...

Orologiaio,

Es un destino que tengo pendiente desde hace ya algún tiempo... Más desde que algunos amigos han viajado y vivido por allí: Japón, Camboya, Vietnam... Y sí, todos, aún con otras palabras, me han hablado de esto. De silencios contenidos, de tiempos detenidos y tantas otras cosas...

Que bueno es tenerte otra vez por aquí... Mil gracias por pasarte.