viernes, 8 de abril de 2011

Despedida de un paisaje (de Wislawa Szymborska)

No le reprocho a la primavera
que llegue de nuevo.
No me quejo de que cumpla
como todos los años
con sus obligaciones.

Comprendo que mi tristeza
no frenará la hierba.
Si los tallos vacilan
será sólo por el viento.

No me causa dolor
que los sotos de alisos
recuperen su murmullo.

Me doy por enterada
de que, como si vivieras,
la orilla de cierto lago
es tan bella como era.

No le guardo rencor
a la vista por la vista
de una bahía deslumbrante.

Puedo incluso imaginarme
que otros, no nosotros,
estén sentados ahora mismo
sobre el abedul derribado.

Respeto su derecho
a reír, a susurrar
y a quedarse felices en silencio.

Supongo incluso
que los une el amor
y que él la abraza a ella
con brazos llenos de vida.

Algo nuevo, como un trino,
comienza a gorgotear entre los juncos.
Sinceramente les deseo
que lo escuchen.

No exijo ningún cambio
de las olas a la orilla,
ligeras o perezosas,
pero nunca obedientes.
Nada le pido
a las aguas junto al bosque,
a veces esmeralda,
a veces zafiro,
a veces negras.

Una cosa no acepto.
Volver a ese lugar.
Renuncio al privilegio
de la presencia.

Te he sobrevivido suficiente
como para recordar desde lejos.


De Fin y principio, 1993


miércoles, 16 de febrero de 2011

Manuela sueña palabras por las noches.


Manuela sueña palabras por las noches

pero llena mis días

de silencio.



Lámina El Sueño, de Marc Chagall.

miércoles, 2 de febrero de 2011

La soledad es lenta como un caracol.


La soledad es lenta como un caracol.

Y trepa por los muros

de esta casa.

Sin prisa

sin descanso

silenciosa

salvaje.


Crece junto a la hiedra.


El último verano tapiamos las ventanas

y las puertas.

Dejamos de tender en la azotea.


Nos ofrece una tregua cuando llega el invierno.


Pero ella sigue fuera, acechante...


No hay descuido posible.



El dibujo es de Juan Hierro.